Como
contamos en la entrada anterior, a minutos de haber finalizado el show de
Miguel en el Teatro Opera de Buenos Aires (para ser sinceras podríamos decir
que días antes también) comenzamos a organizar el viaje hacia el próximo
destino: la ciudad de Córdoba.
Esta
vez no fue fácil ponernos de acuerdo acerca del medio de transporte a elegir
para llegar hasta allí, pero finalmente lo logramos, ya que no nos importaba el
medio sino el fin: estar el 23 de agosto juntas para presenciar el show de
Mateos en Espacio Quality.
Como
elegimos llegar por avión esta vez, pudimos arribar a "La Docta" (tal
como se conoce a esta ciudad en Argentina, porque allí se instaló la primera
universidad del país) el viernes por la tarde y tuvimos tiempo para recorrer el centro y cerrar ese caluroso día en un bar
frente a una enorme y pintoresca fuente de agua, en la cual convergían
varias avenidas.
El
sábado, día de la presentación de Mateos, madrugamos para esperar la llegada de
otras fans que venían desde Santa Fe: Mariela y Mara, que se unirían a nosotras
dos y Silvia que también nos acompañaba en esta oportunidad. Ya comenzaba a
tomar color lo que denominamos "La Crazy Fans Tour".
Luego
de desayunar en el hotel, fuimos a pasear al shopping, charlar y divertirnos como
ya estamos acostumbradas. Más tarde regresamos al hotel para tomar un taxi y
salir al lugar donde se realizaría el show: Espacio Quality, un complejo
deportivo de la ciudad universitaria. Allí se encuentra un acogedor sitio
destinado a eventos y shows.
Ya
estábamos allí, junto a otras personas que habían ganado el concurso organizado
por Radio Quality para presenciar la prueba de sonido. Pero nosotras no
estábamos en esa lista!!!! El ingreso sería difícil, aunque como siempre...nada
es imposible para Thelma y Louisse.
La
prueba ya había comenzado. Minutos más tarde de nuestro ingreso llegó Miguel.
Lo saludamos, nos saludó desde el escenario y comenzó a probar el sonido,
dejando todo perfecto para la gran noche, tal como es su costumbre.
Una vez
finalizada la misma, bajó a saludarnos, intercambiamos unas palabras y
salimos corriendo (fieles a nuestro estilo) a cambiarnos para la gran noche.
Volvimos
al lugar. Allí nos encontramos con gente oriunda de la ciudad, como Claudio
Torres Riesco (quien merece un párrafo especial por su cordialidad y buena
predisposición para con nosotras). También se encontraban Silvio Gerlero,
Daniel Ludueña y su esposa, fans cordobeses que conocemos vía Facebook.
Comienza
el show, se apagan las luces, el video del avión aterrizando en la pantalla
ubicada detrás del escenario nos indica que "La alegría ha vuelto a la
ciudad". Sale Miguel y grita: CORDOBA, CORDOBA, CORDOBAAAAA!!!!.
Un público
ferviente lo recibe con gritos y aplausos, demostraciones de afecto y
admiración que él agradece de la mejor manera que sabe hacerlo: cantando y
entregándose por completo sobre el escenario. Se lo vio feliz, sonriente, con
mucha energía, al 100 % podríamos decir si buscáramos un parámetro para medir
su nivel de entrega. El sonido era impresionante, las luces increíbles, las
imágenes que se veían en la pantalla gigante nos mostraban detalladamente el
admirable trabajo de cada músico en particular, su voz impecable nos decía que
esa noche estaba tan "Bien" como pudo expresarlo en el segundo
tema elegido para esta ocasión. (Aquí abrimos un paréntesis para contar una
"intimidad" del show, algo que nos llamó poderosamente la atención:
su manager Rody cantaba y saltaba detrás del escenario como un fan más mientras
sonaba este tema).
A continuación nos deleitamos
con "Mensajes en la Radio" (otra canción icono de una época),
"Crac" (que podría utilizarse como onomatopeya para el ruido que
hicieron algunos corazones presentes en la sala, junto a los suspiros que se
escuchaban), para luego traernos al presente con "Sellado con un
beso".
Le llegó así el turno a un
clásico: "Va por vos". El público cordobés saltaba, cantaba, gritaba.
Podía notarse cuando deseaban tener a Miguel en su ciudad. Alegría, calidez,
recuerdos compartidos, daban el marco ideal a esta velada. Mateos respondía
desde el escenario de igual modo. Hasta recordó su primera vez en la ciudad,
acudiendo a la memoria del público y de su hermano Alejo, para introducir el
tema: "Nunca es como la primera vez".
Ya
sentado al piano, el ambiente adquiere una connotación especial cuando llega el
turno del tema "Ambrosía", al cual (como una innovación del
repertorio que viene realizando en esta parte de la gira) le sigue "Es tan
fácil romper un corazón" .
Arranca
nuevamente con todo y nos invita a levantarnos de las sillas con "Y sin
pensar".
Luego
le sigue "Solo amor", tema que termina Miguel con un solo de su
guitarra, rodeado de sus grandes músicos: guitarristas y bajista se colocan
detrás de Mateos. Ariel procede a presentarlo, tal como él hace con ellos en
cada show. Así se conforma un cuadro muy especial sobre el escenario: el
maestro y sus discípulos nos deleitan con sus cuerdas.
Después
de este sublime momento, llegan dos temas que harían que toda la sala se
levante y salte: "Extra" y "Un gato en la ciudad".
Ya en
un tono mas serio, se mete en un tema delicado como lo es la violencia de
genero, para interpretar "La bestia en mi".
"Rock Libre", "Atado a un sentimiento" y "Cuando seas grande" se suceden dejando al público con ganas de mas cuando amagan con retirarse.
Comienzan
a corear el "himno" del rock nacional: "Tira para arriba".
Miguel vuelve al escenario y luego de dejarlos corear unas estrofas, les dice
que lo hará más adelante. Y así fue...
Llegan entonces "Bar
Imperio", "Perdiendo el control" y recordándonos lo que habíamos
ido a buscar esa noche, nos regala "Un poco de satisfacción".
Finalmente cierra con "Obsesión" y el clásico "Tira..." (aggiornado nuevamente esta vez con los músicos en los coros, divirtiéndose entre ellos y divirtiéndonos a nosotros)
Un
final digno de una noche inolvidable!
La
gente no quería retirarse de la sala, querían seguir disfrutando del show, a
pesar de las mas de dos horas y media que habían transcurrido desde el comienzo
del mismo.
Fue
un publico maravilloso! La distancia que separaba la primera fila del escenario
era ideal para apreciar el show en su totalidad y, a la vez, saltar y bailar
libremente en cada tema, en perfecta comunión con la gente del lugar. En un
momento hasta nos sorprendimos con un grupo de jóvenes que, detrás nuestro,
hacia lo que nosotras llamamos "la coreo" de las canciones, dibujando
corazones con la mano, o acompañándonos en el clásico "zarpazo" para
"Un gato...". Mas que divertido!!!
Nosotras,
como es costumbre, prolongamos la noche compartiendo una cena con amigos, para
luego seguir conversando hasta tarde la habitación del hotel. ( "Y va otra
noche sin dormir...")
Unas
pocas horas más tarde, cuando el sol comenzaba a aparecer tímidamente entre las
sierras cordobesas, arribamos nuevamente al Aeropuerto. Decidimos tomar un café
para poder permanecer despiertas hasta la hora de tomar el vuelo. Grande fue
nuestra sorpresa cuando, minutos mas tarde, llegaron Miguel, su representante y
su hermano Alejo para tomar el mismo avión que nos traería de regreso a Buenos
Aires!!!
Conversamos
con ellos, quienes a pesar de ser tan temprano, escucharon atenta y muy
amablemente nuestra opinión acerca de lo vivido la noche anterior y los
comentarios sobre la calidez del publico cordobés, a lo cual Miguel asentía.
Una vez
mas, cerrábamos otro viaje de la mejor manera posible. Nuevamente lo que
soñamos alguna vez se cumplía: acompañar a nuestros ídolos no solo en la tierra
sino también en el aire!!!
LC & LR