Rosario: Una noche de Ambrosia...

Una nueva gira comenzaba, esta vez en el teatro El Círculo de Rosario... Muchas preguntas nos surgían: Podríamos estar nuevamente acompañando a Miguel? Podría esta girar superar las anteriores?

Las respuestas no tardarían en llegar durante el transcurso del viaje.

Amanecía el sábado 2 de agosto cuando partimos, acompañadas de los fieles Daniel y Miriam. Desde que subimos al auto comenzamos a disfrutar. Entre risas, mates y café, recordábamos momentos vividos, shows, previas, post... Cuantos momentos compartidos! Tantas anécdotas! Muchas expectativas!...

Luego de realizar el check-in en el hotel, dejamos nuestro equipaje y salimos a tomar algo a la peatonal de la ciudad, que se encontraba muy concurrida debido al calor reinante (excesivo para la fecha). Así comenzarían una vez más las aventuras de Thelma y Louisse, mientras recorríamos en auto la ciudad cantando con la música de Miguel a todo volumen.

Fue así que, casi sin darnos cuenta, nos encontramos nuevamente en el escenario participando de la prueba de sonido, donde horas después brillaría nuestro artista. Allí nos contaron que sería un nuevo show, renovado, con temas que aún no se habían tocado en vivo, lo definieron como "un show con sorpresas".

La primera de ellas fue para nosotras: tener la posibilidad de sacarnos fotos en el escenario mientras se desarrollaba la prueba y con los instrumentos  y la voz de Miguel de fondo.

Una vez más, pudimos comprobar que nada es casualidad, que nada queda librado al azar en un show: la exigencia y el profesionalismo de nuestro querido ídolo hicieron que no abandonara el escenario hasta que todo se encontrara como él deseaba: perfecto.

Así fue como nosotras nos encontramos, una vez más, corriendo para llegar al hotel, cambiarnos y llegar a tiempo al show.

Unos pocos minutos antes de las 21,30 (hora anunciada para el inicio del concierto) ingresamos en la sala, la cual estaba a pleno.

Saludamos y conversamos con  muchos de los amigos que fuimos cosechando vía Facebook, hasta que el público comenzó a aplaudir y silbar, las luces se fueron apagando: el comienzo se acercaba...

Se levanta el telón y allí descubrimos otra de las sorpresas de la noche: un emocionado Ariel Pozzo, regresaba triunfal a la ciudad que lo vio nacer y que fue testigo de su sueño ya logrado: ser un reconocido guitarrista.

El público comenzaba ya a disfrutar del espectáculo brindado por "Ariel Pozzo trío": un sonido impecable, logrado por un bajo, una batería y la inconfundible guitarra de Pozzo se apoderaban del lugar. Empezamos a "rockear" con los temas elegidos por Ariel para esa noche: "Daño Permanente", "Mitómano",  una versión de "Caprichos blues" de Mateos y para cerrar "Walking in my shoes". Así, poco a poco, comenzaba a subir aun más la temperatura del recinto.

Finalmente, las imágenes de la pantalla colocada detrás del escenario nos anunciaban que "La alegría ha(bía) vuelto a la ciudad"

Sale a escena un Mateos lleno de energía y gratitud reflejada en gestos de agradecimiento a su público, confirmando lo que reza la letra de la canción. Había llegado la alegría a nuestros rostros!!!

Todos nos sentíamos muy "Bien", y lo cantamos coreando el tema elegido en segundo lugar.

El siguiente fue otro tema mas que alentador: "Cuando despierte mañana" llegaría en tercer lugar.

A continuación nos deleitaría con otro tema del nuevo CD "Otra de esas noches solitarias".

En un popurri de canciones que nos remontarían a diferentes momentos de nuestras vidas, esta vez nos llevaría a recordar un tema de su disco "Huevos": "Mujer sin ley", para luego traernos "Mensajes en la radio", un tema que esta vez comenzó de una manera diferente: se apagan las luces del escenario y Miguel deja su protagonismo para darle lugar a su hermano Alejo, que saca unos sonidos increíbles e inigualables de su batería. El publico hace silencio y se dispone a escuchar, a disfrutar, hasta que en una especie de ritual comienzan a acompañar los golpes dados al parche con palmas,abandonando este trance en el que estábamos solo al escuchar el teclado ( sonido inconfundible logrado por Nano) que nos introduce de lleno en el tema y el clásico y agudo coro: Radiooo!!

Luego nos sorprende con "Crac" y nos atrapa con "Sellado por un beso".

A continuación llegaría "Va por vos" y fue allí que Mateos logro que se moviera hasta el piso (literalmente). Imposible no sumarse a este movimiento.

Luego nos dice que "Nunca es como la primera vez", mientras en la pantalla pueden observarse las bellas imágenes de los tigres, acompañadas de la inigualable guitarra de Roly. 

Y la gran sorpresa llegaría de mano de un tema que conocimos a través del DVD "Salir vivo": "Ambrosía". Miguel, el piano, la respiración y los corazones del público latiendo fuertemente. Un clima muy romántico, logrado también con el sonido del bajo de Alan.

Y ahora si que se vendría el "pogo" ante la llegada de "Y sin pensar", "Extra" y "Un gato en la ciudad". La primera fila estaba descontrolada!! Saltábamos abrazados, los de aquí y los de allá: Mara Calderón, Mariela Presutti, Juan Albornoz, Marcelo Baragiola, Daniel, Miriam y nosotras dos "abrazados en la primera fila" cantábamos y reíamos a más no poder. Hasta nos animamos a algunos "zarpazos felinos" como coreografía para el último tema.

Luego de tanta algarabía, Miguel se pone en la piel de un golpeador ("nada más lejos") para mostrarnos en primera persona que se siente ante este tema tan angustiante, y actual lamentablemente, como lo es la violencia de género y nos canta "La bestia en mi". En la pantalla se suceden imágenes conmovedoras en blanco y negro, creación de la arquitecta Graciela Beccari, esposa y encargada de la puesta en escena  e imágenes del show de Miguel. Cierra el tema la frase en la pantalla:"No te calles, denuncialo".

Finalmente llega "Atado a un sentimiento" y amaga a cerrar el show, regresando nuevamente al escenario, esta vez sin la camisa, solo con el chaleco.

Allí canta su oda a la amistad: "Bar Imperio", para dejarnos finalmente "Perdiendo el control" hacia el final y con “Un poco de Satisfacción”.

 Un momento muy especial y lleno de ternura se vivió además esa noche cuando una niña, Bianca, se acerca con un papel a pedirle un autógrafo y el la invita a subir. Junto con ella suben otros niños y Miguel no solo los acepta sino que también disfruta notablemente del momento en que se materializa su frase "generaciones tras generaciones marchan a mi lado..."

 Hasta allí un Miguel al cual estamos acostumbrados: lleno de energía, dejando todo sobre el escenario, pese a que luego supimos que un ligero y pasajero malestar lo acompañaba. Se brindo a su público en cuerpo y alma, demostrando una vez más que no en vano lleva más de 30 años sorprendiendo a su público fiel. 

La noche no terminaría ahí: queríamos conocer el mítico Rock & Feller, un bar-restó temático situado en una importante esquina de la ciudad. Dos guitarras a manera de manija nos permitieron abrir la puerta para continuar inmersas un rato mas en un universo de música, alegría, amistad, risas a pleno y muy buena onda."No nos podíamos despegar", pero finalmente lo hicimos, ya que en pocas horas deberíamos emprender el regreso a nuestros hogares y prepararnos para la cuenta regresiva a lo que viene: el Teatro Opera este viernes 8.

 Nos vemos allí, para seguir disfrutando otra noche de "Ambrosia", esta vez un poco más cerca de casa...

LC & LR