La Experiencia Canals

Queremos comenzar contando la experiencia Canals, porque allí fue donde se gesto este nuevo espacio de comunicación, este espacio de conexión y de transmisión del universo Mateos.
Nuestro fanatismo nos llevó el último 12 de enero a Canals, Córdoba, un lugar a 475 km de Bs As., un pueblo con tan solo 8000 habitantes. Ahí llegamos a un pequeño y sencillo hotel, en donde también estaban alojados Miguel y su banda.

Casualidad o causalidad?

Fuimos invitadas a la prueba de sonido. Mientras nosotras contemplabamos como el pueblo se preparaba para la fiesta del año, los músicos se preparaban para hacer su trabajo. Una vez allí, nos sorprendió el imponente escenario y el lugar del evento. Observamos y disfrutamos cada uno de los preparativos, escuchamos atentas cada acorde y como Miguel se entendía con sus músicos, era la antesala de una gran noche.

Al bajar del escenario, luego de la prueba, Miguel nos propone emprender esta aventura, narrar los viajes que realizamos para seguirlo, ya que esto nos lleva hasta lugares ignotos para nosotras, a lugares que si no fuera por seguirlo no conoceríamos. Cuando nos habla acerca de un diario de viaje, nosotras nos miramos, lo miramos y solo asentimos con una sonrisa, sin tener en cuenta la magnitud de la sugerencia, tomándolo casi a la ligera.

Mas tarde, ya en los pasillos del hotel, luego de compartir una charla que incluyo a nuestros maridos, Alejo Mateos, Rody Farah (su representante) y Miguel y luego de sacarnos fotos con él, esas que no pueden faltar en la colección, vuelve a hablarnos del tema, y nos da la idea de crear un blog, que contaría con su aval. Allí comprendimos que debíamos tomar la sugerencia como una especie de misión. 

Fue así como, sin poder creerlo aun, pensando en como darle forma a tantas ideas, que eramos nosotras las que  podíamos contar experiencias y como se ve a un ídolo desde la primera fila, comenzamos a pensar en esto como algo serio, como algo que podía ser factible y así empezamos a debatir acerca del titulo, el cual surgió casi instantáneamente: “Desde la primera fila”.

En este viaje pudimos comprobar que la vida de un músico no es sencilla, que no siempre los hoteles son confortables, que las giras agotan, pero que nada de eso repercute sobre el escenario, que la entrega es la misma para cada show, para cada lugar, para cada publico...

El show estuvo maravilloso, con una energía única, y nosotras lo disfrutamos con la misma alegría de siempre, o mas aun, viendo a un Miguel en perfecta comunión con un publico que no era el que habitualmente lo sigue, y que, sin embargo, participaba de cada propuesta suya sobre el escenario y disfrutaba de cada canción.

Muchos, aun perteneciendo a una generación mayor, se movían en sus sillas y disfrutaban de lo bien que se veía y sonaba junto a su maravillosa banda. Fue muy lindo poder ver como se lo reconoce y se lo venera también en lugares alejados de los que estamos acostumbradas a verlo. Pudimos también disfrutar de un Miguel que, distendido, tomo el cetro de la joven reina del Oro Blanco que esa noche abandonaría su puesto para ser reemplazada, y jugo con él arriba del escenario, haciendo que el publico disfrute aun mas del espectáculo y demostrando quien es el rey!!

Las canciones mas conocidas eran coreadas por la gente y las mas nuevas eran escuchadas con mucha atención, a pesar de que , por tratarse del cierre, la presentación comenzó pasadas las 2 de la madrugada. Pero el horario, una vez mas, no fue obstáculo para que un pueblo entero pueda disfrutar del artista que llego a darles “Un poco de satisfacción” .

Como corolario a esta noche maravillosa podemos agregar el escuchar a la gente al salir del show alabando lo que habían presenciado. Hasta alguien se animo a acercarse y decirnos: “ Muy bueno lo de Miguel, y lo de ustedes también” (sic). 

Evidentemente, demostramos, una vez mas, cuanto disfrutamos cada show. “Inútil ocultarlo”

                                                                                          

    

                                                        

       

LC y LR